¿De quién es el espacio?

Mientras la humanidad se prepara para regresar a la Luna y conquistar Marte, los expertos advierten sobre los riesgosos huecos legales en materia de exploración del espacio.

Los astronautas no pisan suelo firme al realizar su trabajo. Algunos aspectos de la exploración espacial están en una situación similar: el marco legal en el que se podrían realizar no está bien definido o incluso es inexistente. Esto es preocupante en una época en que se renueva el interés de algunos países en la exploración del Sistema Solar, proliferan los satélites artificiales, se construye una Estación Espacial Internacional (EEI) y se empieza a hablar de turismo espacial. Las implicaciones potenciales no sólo atañen a los miembros de la comunidad espacial (43 naciones hasta hoy), sino a toda la humanidad. Por ejemplo, si en los nuevos mundos que ya varias naciones se aprestan a explorar hay depósitos de recursos minerales en cantidades que hagan rentable su aprovechamiento industrial o comercial, ¿quién tendrá derecho a explotarlos?

Acuerdos insuficientes

Carbajal Smith explica que la ONU ha impulsado cinco acuerdos internacionales, en los que se asientan principios básicos aceptados por las más de 100 naciones que los han suscrito. Estos acuerdos prohíben poner armas en cuerpos celestes o en el espacio, y consideran a éste como patrimonio de la humanidad. Pero los acuerdos son insuficientes, pues además de los mencionados vacíos en lo referente al tema de la apropiación de cuerpos celestes, tampoco definen reglas claras para promover la protección del ambiente en otros planetas de manera que se eviten daños como los que ya infligimos a la Tierra.

Por si fuera poco, está siempre latente la posibilidad de que otros factores, como el poder económico, tecnológico o militar conduzcan a ciertos países o empresas a imponer su criterio sobre los acuerdos espaciales multinacionales. «Es un juego de intereses muy complejo», dice el jurista, quien considera que las desigualdades entre las naciones dificultan las negociaciones para establecer leyes en las que todos los países participen de manera equitativa. En la práctica, dice, hay «estaditos y estadotes».

La teleposesión

En la obra clásica de Antoine de Saint-Exupéry, el principito se adueña de un pequeño mundo. En la vida real, un empresario estadounidense, Richard Westfall, director de Industrias de Minería Galáctica, en Denver, Colorado, propone un nuevo concepto legal que permitiría títulos de propiedad sobre los asteroides. Denominado «teleposesión», el concepto contempla enviar robots capaces de hacer excavaciones en los asteroides. El propietario de los robots tendría el dominio legal de la propiedad. Parece absurdo, pero este método se ha aplicado en la Tierra en el rescate de barcos hundidos con robots submarinos. Por ello, y ante la ambigüedad jurídica espacial, Westfall propone incluso el diseño y uso de sondas de teleposesión, integradas por una nave espacial y un aparato de exploración superficial. Por supuesto, falta ver si la comunidad espacial aceptaría semejante iniciativa.

México y la legislación espacial

Aun cuando México no lanza cohetes ni cuenta con una agencia espacial (su constitución, bajo las siglas AEXA, será discutida en el Senado de la República en septiembre), nuestro país requiere revisar y actualizar la legislación correspondiente.

«Un problema que pocos han señalado es la vulnerabilidad del territorio nacional ante posibles actos de espionaje, que pueden efectuarse de la manera más inocente mediante un famoso sitio web. «Si entras a Google Earth verás que ciertas partes de China y de Estados Unidos están bloqueadas porque esas naciones tienen legislación específica», señala el ingeniero en cibernética Fernando de la Peña. «En cambio», alerta, «en cualquier parte del mundo puede bajarse información de México y ver sus bases aéreas. No hay reglamentación ni privacidad. Cualquiera nos puede observar desde el cielo».

Guillermo Cárdenas Guzmán

Articulo completo en : como ves

Web : www.comoves.unam.mx

Redes sociales: Facebook, Twitter 

RECIENTES

Zoologico de Chapultepec

Ojos que Hipnotizan

“Cuentos para no dejar de soñar”

SUSCRÍBETE A NUESTRO BOLETÍN

KIDS EMOTION
Una Revista muy Padre